Su principal labor es la capacitación sobre la enfermedad, salud animal y técnicas adecuadas de manejo zootécnico. También se encargan de gestionar el programa de Vigilantes honarios que esta conformado por personas ligadas al sector agropecuario que participan activamente en la vigilancia del GBG. Constituye uno de los pilares del programa y es protagonizado por los mismos productores, desarrollado con la finalidad de constituirles en colaboradores activos (acreditados según la legislación existente). Son seleccionados por técnicos de campo, según un perfil establecido, en cantidades, según capacidad de la organización para mantener contacto con ellos. Reciben capacitación formal de primera mano.

Esta labor es de manera voluntaria y sin recibir pago, a fin de proteger la ganadería propia y de su comunidad, teniendo conciencia de que al cuidad la salud de los animales, también, la salud de su familia e incluso hasta la economía del país.

Generalmente, su aporte consiste en compartir con productores, amigos, vecinos y conocidos sus conocimientos en cuanto al gusano barrenador, promoviendo buenas prácticas y el reporte de casos sospechosos, en caso de que aparecieran en la comunidad.